Reseña del libro: La ratonera

Tres ratones ciegos. /Mirad cómo corren, / corren todos tras la mujer del granjero...

El día de la inauguración de su casa de huéspedes, el matrimonio Ralston recibe a los cinco primeros clientes. A la mañana siguiente aparece el detective sargento Trotter para informar al grupo de que el asesino de una mujer en Londres se dirige a Monkswell Manor. El criminal ha dejado un bloc de notas con dos direcciones escritas: una es la de la mujer estrangulada y otra la de la pensión, sobre el cadáver encontraron un papel que decía: «Este es el primero», y la letra de la canción de los Tres ratones ciegos, haciendo suponer que habrá dos víctimas más. Un segundo asesinato acaece en la casa y convierte a cada uno de los personajes en sospechoso. Se inicia así una trama de suspense entre los personajes, que empiezan a recelar los unos de los otros. Como indica la canción, falta un ratón por eliminar, y Trotter convence a todos de un plan para conocer la identidad del asesino y de su próxima víctima. La idea es que todos repitan lo que han hecho mientras se cometía el crimen, pero con otras posiciones.

La historia transcurre en el salón de la casa Monkswell Manor, ubicada en las afueras de Londres. Por este espacio deambulan los propietarios, los huéspedes y el policía que investiga si el presunto asesino se aloja allí. Debido a una intensa nevada, ocho personajes quedan atrapados en la casa, y el decorado único crea un ambiente cerrado, una atmósfera de tensión e intriga, una auténtica ratonera.
Según avanza la obra se presentan los personajes y la información que vamos conociendo de ellos nos hace dudar. El suspense está garantizado, hasta el minuto final no se descubre quién es el malvado. Eso sí, durante toda la acción se sospecha de cada personaje mientras se intenta deducir quién es el asesino, pues todos ocultan algo.

La ratonera fue escrita por Agatha Christie como obsequio a la Reina Madre y es la adaptación para el teatro que la autora hizo de su novela Tres ratones ciegos. La obra, ambientada en la década de los años 40, está dividida en dos actos, el primero dividido en dos escenas. Tuvo su estreno mundial en el Theatre Royal de Nottingham, el 6 de octubre de 1952, dirigida por Peter Cotes. El 25 de noviembre del mismo años empieza a representarse en Londres, en el New Ambassadors Theatre, donde se mantuvo hasta el 23 de marzo de 1974, fecha en que se transfiere al cercano St Martin's Theatre. Desde entonces es una pieza que ha registrado un récord de representaciones. El elenco original del West End incluía a Richard Attenborough en el papel del sargento Trotter y su esposa Sheila Sim, daba vida a Mollie Ralston. La grabación de la retransmisión radiofónica con la voz de Deryck Guyler  se ha mantenido durante los años de representación. Como anécdota cabe citar que los derechos de autor de la obra fueron regalados por la escritora a su nieto Mathew Prichard, de 9 años de edad, lo que le convirtió en millonario con el paso del tiempo. La Ratonera es la obra teatral más vista de todos los tiempos, sigue triunfando después de 65 años y acumula más de 10 millones de espectadores.

Agatha Christie trabajó como enfermera voluntaria durante la Primera Guerra Mundial, mientas colaboraba en una farmacia de la Cruz Roja tuvo ocasión de familiarizarse con diferentes fármacos y venenos, así se le ocurrió escribir una historia policiaca, El misterioso caso de Styles, cuya víctima moría envenenada. En esta obra nació Hércules Poirot, uno de sus inmortales personajes. De este libro se vendieron unos 2 000 ejemplares, una cifra importante tratándose de la primera obra de una escritora desconocida y también se publicó por entregas en el periódico The Weekly Times. Agatha no confiaba de su futuro en la literatura, aunque la mala situación económica de su familia tras la muerte del padre la animó a escribir otro libro y ya no dejó de escribir. Publicó 66 novelas policiacas, novelas románticas, teatro, relatos, poesía y un libro de cuentos infantiles. Agatha Christie es la novelista más vendida, precedida por Shakespeare y la Biblia.


*Autora: María Dubón